sábado, 18 de julio de 2009

“Minga Mineirão”



Hacía mucho que no lloraba tanto. Como un nene encantado bajo una noche cálida de Belo Horizonte. El Mineirão estallaba tras el 1 a 0 y se desintegraba mediante un estruendo inexplicable con palabras: absoluto, hondo, conmovedor.
Atrás iban quedando el largo viaje, los dos días sin dormir de muchos, el alevoso maltrato de la policía –entregando la gente de Estudiantes por un callejón donde fue agredida cobardemente por los locales-, el acceso por la famosa “Puerta 14-1” –dos puertecillas de casita de niños por donde ingresaron 4.000 personas como si fueran ganado-.
Pero no debía terminar así. No era lo que todos sentíamos con la certeza de una convicción. La ilusión estaba viva, y EL CUÁDRUPLE CAMPEÓN DE AMÉRICA comenzó a pasear su mística de siempre, su hambre de ahora, su clase tan distintiva. Apoyado por una hinchada que gritó hasta donde no había más aire, silenciando a los enfervorizados 70.000 torcedores de Cruzeir*. Que se empezaban a retirar callados, mientras el tiempo se hacía cómplice del León. Y también el travesaño, o el vértice, para dictaminar un acto de estricta justicia futbolística, si el término cabe: este equipo merecía coronar con la Copa Libertadores un proceso que lo inscribe para siempre en los pergaminos de Calle 53 y lo encuadra en las paredes del Country Club soñado por Mariano Mangano.
Era la frutilla del postre para una etapa forjada por gladiadores que enfrentaron las injusticias, los destierros, las tiranías municipales, el desprecio de los mentirosos mediáticos obligados ahora a rendirles pleitesía. Y de nuevo la remera en recuerdo del RUSO PRÁTOLA, para entender que Caldera y la Brujita SE CORRÍAN UNA FIJA como en 2006. Y la apoteosis. Y el delirio. Y el abrazo con todos, saltando, gritando, viviendo.
Estoy en la sala de prensa del estadio, rodeado de colegas cariocas, uruguayos, peruanos y argentinos. Se me cae otra lágrima, que reemplaza aquellas de emoción y nervios e instala en mi rostro una alegría difícil de olvidar.

“Minga Mineirão”

M.A., Belo Horizonte, 15-07-09